DISIPADORES DE LA OSCURIDAD
13 de septiembre de 2025
Zarhavictoria Padrón
Aluneada
septiembre de 2025
Ser trabajadores de la luz no significa aislarse en una burbuja espiritual de ego solapado y superioridad, significa comprometerse con la causa y el trabajo que se nos ha encomendado desde antes de encarnar en este plano de consciencia terrenal. Significa que, con las herramientas, poderes, dones y capacidades que tenemos, debemos sumar más luz al planeta y a la humanidad. Significa un compromiso que requiere asumir responsabilidades.
Basta de la espiritualidad banal de influencers al mejor estilo boho chic. La espiritualidad se practica en la acción con devoción y compasión.
En tiempos de turbulencia, guerras, odio, desesperación, desesperanza, división, enfrentamiento, sectarismos estamos destinados a trabajar en las fuerzas de la resistencia con las armas de las cuales disponemos. El Amor principalmente. El gran poder de nuestra energía electromagnética luminosa es capaz de generar una frecuencia vibratoria elevada para todo el planeta y todos los seres. Cada quien desde su propia trinchera debe hacer su trabajo y mantener su campo vibratorio en alto para sostener la red de trabajadores de la luz que estamos generando un escudo en contra de la oscuridad.
La oscuridad es inevitable, es el otro polo de la ecuación de la existencia. Incluso la oscuridad (convertida en guerras, violencia, odio) es necesaria para la evolución y transformación de todo.
Una no puede existir sin la otra. Luz y oscuridad son una danza sagrada que debe ser equilibrada. Cuando una de las energías o polaridades se exacerba se pierde el orden. Por tanto, nuestro trabajo ante un aumento de la oscuridad, es generar más luz.
Este trabajo nos pide ser prácticos y actuar. No haciendo lo mismo que nuestro contrincante. No estoy llamando a salir a las calles a gritar encendidamente por la Paz pues allí estaríamos igualmente, echando más leña al fuego. El discurso, aunque bañado de consignas de paz seguiría aumentando la violencia, el odio y la polarización.
Es desde el gran poder de nuestra fuente de energía vital que propaguemos más luz. No basta con vestirnos de blanco, encender velas o salir a protestar. El trabajo se hace desde la consciencia y el servicio.
Los trabajadores de la Luz estamos destinados a desplegar el Amor en la Tierra y entre los corazones humanos.
Debemos ser propagadores de iones, protones y partículas de luz que se producen con técnicas específicas.
Debemos sentarnos a meditar comprometidamente y algunos al leerme dirán: ¡Que fácil! Mientras el mundo está en guerra ella invita a sentarse a meditar. Que ilógico.
A esas personas con respeto les digo: Siéntate tú también, acompáñame en esta red, entrega tu energía en esta causa y después de 10 minutos de meditación vuelve hacia mí y dime que es fácil.
Sentarnos en meditación significa en este momento, convertirnos en una batería. Significa entender realmente la frase: Todos somos Luz. Pues seamos Luz verdaderamente. No es una frase vacía. Es una realidad. Todos los seres somos energía electromagnética capaz de crear o de destruir.
Debemos mantener cargadas nuestras reservas de luz y ¿cómo se hace eso? Practicando, sentándonos, alimentándonos de forma saludable, respirando conscientemente, propagando el amor, la amabilidad, el servicio, la compasión y generosidad en nuestra acción.
La oscuridad no quiere esto. Porque el Amor la debilita. La oscuridad quiere confrontación, gritos, violencia, odio, adicciones, racismo, discriminación, persecución.
Somos militantes de la Luz y hemos venido a cumplir nuestra misión. No solo a vestir camisetas de peace and love.
Aquellos que se dicen ser espirituales y trabajadores de la Luz y no han entendido este mensaje, no han entendido la vibra.
Con todo mi amor,
Aluneada.
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